viernes, 19 de agosto de 2016

Gestión Ágil de la Comunicación

¿Cómo encarar y llevar adelante la Gestión de la Comunicación desde otro lugar?

Hace ya varios meses, estoy teniendo la ocasión de ahondar en esta nueva tendencia de la que varios hablan hoy en día y que parece ser para algunos casi la única forma de desarrollar un proyecto: el proceso cíclico-incremental que proponen las metodologías ágiles de trabajo, originadas en el ámbito del software.

Sí, estoy teniendo esta oportunidad gracias a un cliente que defiende este proceso a capa y espada.Creo que sería capaz de dar su vida por esta filosofía. Porque sí, es más que una metodología. Es una manera de mirar la realidad, pensarla, discutirla, decidirla, y construirla. Es una forma de creer con toda certeza que no se puede construir a largo plazo sin ir construyendo sólida y conscientemente cada parte. Y no sólo eso, no se puede desarrollar un proyecto sin comenzarlo con la apertura de mente necesaria para ir modificándolo a medida que se avanza.

¿Cómo funciona? Primero se invierte todo el tiempo necesario para ahondar y dar con el problema real, lo que realmente queremos solucionar prestando nuestro servicio. Luego, entendiendo que ese problema central conlleva muchos temas críticos que deben ser tratados, los cuales hay que definirlos en detalle. Después, planteando los objetivos de comunicación alineados a la resolución de estos temas. Y hasta aquí estaríamos en el campo de las metodologías tradicionales.

Ahora bien, una vez que contamos con los objetivos de comunicación, debemos entender el mapa de acciones y medios completo que vamos a poner en marcha para que el todo funcione eficiente y coherentemente (porque como siempre defiendo yo en mi ámbito, de nada sirve invertir y planificar en campañas grandilocuentes y creativas si no están sustentadas en una estrategia que responda a los temas críticos reales, y en un todo que acompañe).

Y es en este punto donde la gestión de la comunicación ágil implicaría producir una pequeña réplica de lo que sería el todo (ese mapa estratégico integral), y testearla con la realidad. Este testeo consisitiría en aplicar esta réplica a una muestra pequeña, medir qué sucede, qué resultados tiene, y con ello, avanzar con otra de las partes. Porque se cree que si esta réplica o demo da resultado, se podría avanzar con la siguiente; y donde sucesivamente y cada vez, se van volviendo a testear las partes. De este modo, el verificar con la realidad y con las expectativas del cliente en módulos más rápidos y de manera más frecuente, hace que se minimicen los errores y se optimicen los puntos más fuertes, porque el consultor no trabaja sólo, sino con un involucramiento pleno del cliente, quien quiere conocer el paso a paso del proceso que hace su proveedor, y participa activamente del testeo y de la corrección y mejoras.

Se trata entonces de un filosofía y metodología que refuerza que un proyecto no es exitoso si no están involucradas las dos partes en cada etapa del proceso, lo cual parecería evidente. Pero no lo es. Porque muchas veces el cliente delega en un 100% el trabajo a su proveedor, llegando a dar por sentado de que él no tiene nada que ver en esto. Y dice: ¨sólo espero que al final del camino me depositen en mi escritorio un entregable impecable¨.

Al principio, debo reconocer que mi cliente me sacó de mi zona de confort. Pero gracias a ese sacudón, pude abrir una puerta para gestionar la comunicación desde otro lugar. O por lo menos, sumar más a la metodología que sostiene toda mi consultoría y en la cual sigo creyendo fuertemente: la mirada integral, sistémica y fenomenológica de los hechos y acontecimientos que estudio en cada una de las realidades en las que me toca incidir desde la comunicación.

Puedo y aliento a todos los comunicadores a explorar en la Agilidad. A mí todavía me queda un largo camino por recorrer. Y por compartir con la Agilidad lo Sistémico, Fenomenológico y Semio-Contextual.

Agradezco a Ingrid Astiz el haberme hablado de esto hace tanto tiempo ya... pidiéndole disculpas por haber enfocado recién ahora!

Gracias Ingrid. Gracias Jorge Silva. Gracias 10Pines.

   


lunes, 16 de mayo de 2016

Presentación Servicio: Gestión de Comunicación Estratégica Integral

¿Cuánto tiempo y dinero invertimos en comunicación sin saber quiénes somos y hacia dónde vamos como organización y como personas?

https://vimeo.com/166704007

jueves, 12 de mayo de 2016

COM ESTRATÉGICA VISTA POR UN CLIENTE

¿Qué es la comunicación estratégica? ¿Cómo la entiende un cliente?

Durante la gestión de la comunicación en una empresa mediana, uno de los socios explica de esta manera a sus colaboradores qué es la comunicación estratégica. Lo hace porque la gente no lograba entender por qué, en comité de comunicación, se hablaba de temas estratégicos de negocio.

Me pareció tan simple y tan clara su interpretación, que se las comparto:


¨El comité de comunicación estratégica tiene como objetivo mejorar la comunicación tanto interna (cultura) y externa (marca). Con mejorar me refiero a que sea más efectiva, completa y consiente. Para comunicar es necesario entender qué somos y qué queremos comunicar. Queremos entender qué somos porque la comunicación tiene que ser auténtica, y para esto, necesitamos meternos en varios aspectos de la empresa. Por eso la comunicación estratégica, en este paradigma, la entendemos como una conjunción de negocio, identidad y comunicación per sé (Matriz-modelo de trabajo NIC de Teresa Cassagne). Como podrán ver en el diagrama, comunicar no es sólo "acciones de comunicación", sino que abarca muchas mas áreas, desde la identidad y filosofía de la empresa, hasta la cultura de negocios pasando por mensajes y medios de comunicación. Con este objetivo, hemos armado justamente el mundo de incumbencias en nuestra empresa respecto a la comunicación estratégica, listando y relacionando los aspectos que podríamos tocar en estas reuniones, no por definirlos sino porque debemos discutirlos para entendernos y poder comunicar mejor¨.

Siento mucho orgullo cuando un cliente logra sintetizar de esta forma algo tan complejo como gestionar la comunicación desde una visión integral que no sólo abarca las acciones y medios de comunicación, sino también el negocio y su identidad.


miércoles, 13 de abril de 2016

COMPETIR VS COMPARTIR

¿Qué nos define como profesionales? ¿La Abundancia o la Escasez?

En todo ámbito de la vida - y sobre todo el profesional -, pareciera que se esgrimen dos grandes posturas: la de creer que debemos cuidar y controlar con todos los recursos que tenemos a nuestro alcance todo lo que sabemos hacer y logramos - sin dejar que nadie nos lo quite o utilice -; y la de creer que sólo lo que sabemos y logramos cobra real sentido y se multiplica en abundantes bienes de todo tipo, cuando estamos dispuestos a ¨partir¨ en dos, tres, cuatro e infinitas personas, eso que atesoramos. Es decir, cuando estamos dispuestos a relegar y ¨perder¨ algo, por el bien mayor de hacerle bien a muchas personas y profesionales con aquello que sabemos.

Pero algunos preguntarán: ¨¿cómo ¨asegurarse¨ de que en el com-partir con alguien no estamos perdiendo?¨; ¨¿cómo controlar de que no nos están quitando algo, robando las ideas, robando los clientes?¨. ¨¿No es lícito competir?¨. Sí, es lícito competir, pero siempre compartiendo.

Durante todo mi recorrido y hoy en mi día a día profesional, llego a la conclusión de que es literalmente imposible controlar esto, y que estar pendiente de que no nos quiten nada, sólo nos saca de nuestro foco: llevar a cabo la misión para la que estamos y fuimos hechos, para construir y estar al servicio de las personas y las organizaciones. De nada sirve pararse en el paradigma de la escasez, donde sentimos miedo de que nos saquen, miedo de que nos copien, miedo de que nos ignoren, miedo de quedarnos sin nada!

Si hay algo de lo que estoy convencida es de que el paradimga de la escasez no nos conduce a ningún buen puerto: nos genera miedo, ansiedad, desconfianza constante hacia nuestros propios socios, colegas, colaboradores, nos saca el foco de nuestro trabajo, y sobre todo, nos priva de lo más preciado para un profesional que es compartir conocimiento, actualización, experiencias, expertise, buenas prácticas.Sí, nos priva de lo más esencial que necesitamos como al aire. Nadie puede crecer en su profesión si no comparte, genuina y generosamente, lo que sabe, lo que aprendió, y lo que descubrió.

Sí, entiendo que muchos dirán que esta postura es una utopía, porque en el mundo real todos piensan sólo en sí mismos y en sacar el mayor provecho para sí. Sí, es una realidad y no la niego. Pero también es una gran verdad que la Abundancia trae más Abundancia, que lo que damos, aunque nos lo copien o reproduzcan, nos volverá siempre por otros lugares y personas, y multiplicado por infinito. 

Cuando compartimos, crecemos en conocimientos, y cuando crecemos somos mejores profesionales.  Cuando compartimos, abrimos un canal donde le permitimos a una fuerza que nos trasciende, regalarnos mucho más de lo que dimos.

Nuestro día a día profesional y nuestro crecimiento dependen esencialmente de estas dos posturas: la Abundancia o la Escasez, la Confianza o la Desconfianza, el Compartir o el Competir.



miércoles, 24 de febrero de 2016

ROI DE LA COMUNICACIÓN ESTRATÉGICA

CUANDO LO CUALITATIVO ESTÁ DETRÁS DE LO CUANTITATIVO

Hace unos días, un cliente me preguntaba: ¨¿en cuánto tiempo y dinero me beneficiará la inversión que estoy haciendo en la consultoría?¨; ¨¿cuántos clientes y dinero voy a sumar?¨; ¨¿cómo voy a medir que lo que estamos haciendo será efectivo y eficaz?¨... Y la lista de posibles beneficios cuantificables que espera el cliente - y con razón - podría ser infinita.

Efectivamente, nadie quiere invertir dinero y tiempo en una consultoría obsoleta y sin resultados. Al menos espera atraer más clientes, duplicar su inversión, mejorar su propuesta de valor, fidelizar a sus colaboradores, o tantos resultados como el negocio necesite. Pero no todas las inversiones tienen la misma clase de resultados.

Hoy vivimos en un contexto donde pareciera que lo cuantitativo es la única realidad existente; como si dijésemos que lo único que funciona en nuestro cerebro es el lado racional, y obviemos completamente su lado creativo que tanto nutre al otro y que sin él lo racional no tendría sentido ni resultado.

En las organizaciones sucede lo mismo. Es necesario tener en cuenta que, en toda decisión de negocio - sea cual fuere el área de incumbencia -, debemos tener en cuenta tanto los resultados cuantitativos como los cualitativos; es decir, es esencial encontrar un equilibrio a la hora de pesar las decisiones estratégicas, entre los resultados ¨numéricos¨ - por así llamarlos -, y los resultados en coherencia interna, claridad de visión y misión de la organización y los colaboradores, claridad de metas estratégicas, marcas sólidas y auténticas, imagen, reputación, fidelización, comunicaciones alineadas, clientes satisfechos, procesos de gestión y servicio de alta calidad, profesionalización, entre tantos otros beneficios que muchas veces terminan siendo los capitales ¨intangibles¨ de las organizaciones. Marco entre comillas ¨intangibles¨ porque en realidad son capitales cualitativos que conforman la esencia del capital cuantitativo. Es decir, detrás de una buena reputación interna y externa, detrás de una buena imagen, detrás de la fidelización de clientes, colaboradores, proveedores y stakeholders varios, detrás de procesos impecables y un servicio 100% confiable, están los resultados económicos y medibles cuantitavamente. 

El verdadero origen del éxito cuantitativo se mide por lo que lo sostiene: el éxito cualitativo. Sin todo lo que está detrás de un cuadro de resultados, la organización sería incapaz de crecer. 

Por ello, a la hora de justificar la inversión en comunicación estratégica integral - y que no se entienda por esto sólo estrategia de marketing, de comunicación interna, de comunicación digital, de prensa u otro, sino estrategia macro alineada con la identidad de la organización, es decir, estrategia general que le dará la pauta y guía a todas las tácticas e implementaciones posteriores -, a la hora de justificar esta inversión, es fundamental tener en cuenta que relevar a través de un diagnóstico integral y desarrollar una estratégica macro de comunicaciones integrales, cultura y marcas, tendrá como resultado beneficios ante todo cualitativos que impactarán directa o indirectamente en beneficios cuantitativos.

A lo largo de mi experiencia, compruebo una y otra vez que desde el día 1 de la consultoría, ya se empiezan a ver resultados: los equipos de distintas áreas empiezan a dialogar como nunca lo habían hecho, los directivos de la empresa empiezan a pensar en temas en los que nunca habían tenido tiempo de pensar, estos temas comienzan a disparar oportunidades de mejora nunca vistas, dar claridad a situaciones que se creían engorrosas e imposibles de solucionar, claridad en decisiones que se venían retrasando, claridad en cómo deberían posicionarse, claridad en cómo deberían construir su imagen y su reputación hacia adentro y hacia afuera; se empieza a hacer ¨click¨ en temas estratégicos. Y así una infinidad de beneficios que claramente no son medibles en un corto plazo en términos de números, de ¨likes¨, de ¨comentarios¨, de cartera de clientes, u otros cuantitativos. Pero que a mediano-largo plazo, indirectamente, terminan incidiendo en estos últimos. 

Si me preguntan entonces cómo justifican la inversión en consultoría en comunicación estratégica, respondo que tener plena claridad y consciencia sobre cómo se manejan las comunicaciones y cómo éstas inciden directa o indirectamente en el negocio, redunda en infinitos beneficios cuantitativos, según la organización, su contexto y las personas que la conforman.

En estos casos, dos más dos no es cuatro; dos más dos es cien, quinientos, mil, diez mil, todo lo que la organización esté dispuesta a crecer.